Aproximación histórica a la optometría en España (Primera parte)

A principios del siglo XVII se registran unos antecedentes del mayor interés en España, mediante el autor de la primera obra sistemática dedicada exclusivamente a lo que hoy denominamos Optometría, que aporta los primeros optotipos y escalas para graduar la vista y medir la potencia de las lentes. Es el “Uso de los Anteojos” del licenciado Benito Daza de Valdés publicada en Sevilla en 1623, primera obra de carácter científico sobre el tema y anterior a que la “Honorable Compañía” (Worshipful Company) de fabricantes de lentes por real decreto de Carlos I, en Inglaterra regulara el aprendizaje en 1629 y que continúa actualmente impartiendo enseñanzas y examinando a los Ópticos dispensadores (Dispensing).

Uso de los anteojos 1623

Portada Uso de los Anteojos (1623)

Por el lugar de nacimiento del autor y antecedentes culturales de su entorno social podemos inferir el esplendor alcanzado por las ciencias de la visión en la España Andalusí en épocas precedentes, siglos X al XIII. La tradición artesanal del pulido de lentes y la fabricación de anteojos, habría llegado hasta él a través de su padre y hermano mayor y que concluiría con sus estudios de Perspectiva incluidos en el curriculum de Bachiller en Artes y Filosofía de la Universidad de Sevilla.

Ballestilla

Ballestilla

Así como en la Universidad de Salamanca se estudiaban las ideas de Copérnico a principios del XVII, también debieron llegar a otros centros como la Casa de Contratación de las Indias, Casa del Océano o Casa de Sevilla, fundada por los Reyes Católicos en 1503, donde se estudiaba Astronomía, así como la construcción de instrumentos como la ballestilla, esenciales en las Artes de Navegar, en las que España alcanzó la primacía en la Era de los Descubrimientos y prolongó hasta el siglo XVIII.

A partir de los procedimientos gráficos para cálculo de dimensiones y distancias usuales en Astrometría, descritos por Martín Cortés y Rodrigo Zamorano, utilizados por los navegantes en sus viajes transoceánicos para situarse solo por las estrellas, pudieran permitir a Daza desarrollar  métodos nuevos, sencillos e ingeniosos para graduar la vista, medir lentes y fabricarlas así como anteojos y telescopios, que resultan semejantes a los utilizados en la actualidad en Optometría, Oftalmología y Óptica Oftálmica.

Es importante reseñar las dificultades que debieron condicionar un mayor desarrollo de las ideas de Daza, por lo que adquieren mayor mérito:

El carácter periférico de la Península Ibérica, la mentalidad de los pueblos que la habitaban tras una prolongada Reconquista que duraría varios siglos y afectaría a muchas generaciones, consumiendo esfuerzos y condicionando mentalidades y así se manifiesta por el acentuado marchamo del hidalgo, incompatible con la actividad artesana y comercial.

Los tres hechos en que se perdieron activos esenciales en la economía y la tecnología: Expulsión de los Judíos en 1492, las medidas contra los Conversos y la expulsión de los Moriscos. Imaginemos una Florencia donde banqueros y artesanos hubiesen sido despreciados…

 

 

Nota: Resumen extraído de la Tesis Doctoral de Dña. Ana M. Rueda Sánchez. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense de Madrid. 1993