En la antigua Grecia, un forma de evaluar la agudeza visual era hacerle observar la constelación de las Pléyades. Si la persona era capaz de distingur 7 estrellas, se consideraba que su visión era perfecta.
Otras culturas utilizaron también las estrellas como forma de medir la agudeza visual. Los árabes y los persas utilizaban para ello la Osa Mayor, y concretamente dos de las estrellas de su «cola»: Mizar y Alcor, que se ven muy juntas en el cielo.
Aquéllos que eran capaces de distinguir las dos eran considerados aptos para ser guerreros por su buena capacidad visual.