Los espejismos son un fenómeno atmosférico que en el imaginario popular están asociados con los climas desérticos. Sin embargo, ahora que llega el verano también podemos ver espejismos en cualquier carretera en los días de más calor. Como se aprecia en la fotografía, estos espejismos de carretera dan la impresión de que hay una capa de agua en la que se reflejan otros vehículos, objetos del paisaje y el propio cielo.
Esto se debe a un fenómeno óptico bien conocido: el diferente índice de refracción de las masas de aire según su temperatura. En verano, las carreteras absorben mucha radiación solar debido a su color oscuro, pudiendo alcanzar más de 50 ºC en un día caluroso con relativa facilidad. Al estar tan caliente, el asfalto transmite parte del calor a la capa de aire que está en contacto con él, lo que provoca que esta capa de aire cambie su índice de refracción y pueda llegar a comportarse, si se dan las condiciones adecuadas, como una superficie reflectante.
¡No es necesario viajar al Sahara para ver un espejismo!